BANKIA ACUSA LOS ESCÁNDALOS Y PIERDE TODO SU VALOR ACUMULADO EN BOLSA
El Frob destapa más irregularidades sobre los sobresueldos de la alta dirección de Miguel Blesa
Bankia ha visto cómo el valor de sus acciones se ha diluido las últimas semanas del 2014. La alta revalorización alcanzada en los primeros meses del ejercicio, hasta que se produjo la primera y única venta por parte del FROB a finales de febrero, se ha perdido ante los distintos aplazamientos de una nueva desinversión estatal. Las pérdidas latentes, respecto a la ampliación de 2013, superan los 800 millones de euros y las dudas sobre el pasado reciente del grupo que ahora preside José Ignacio Goirigolzarri se acumulan hasta los últimos compases del año.
Las acciones de Bankia no han sido ajenas a las turbulencias de las últimas semanas en bolsa, pero también se han visto afectadas por asuntos más internos sobre cómo se produjo su salida a bolsa, las tarjetas opacas de sus consejeros (más recientes o del pasado) o las nuevas dudas sobre los sobresueldos irregulares de la alta dirección de Caja Madrid entre 2007 y 2010, justo en pleno mandato de Miguel Blesa.
Subidas de sueldos irregulares e indeminizaciones escandalosas, como la percibida por Matías Amat, director general de Participadas con Blesa, que ascendió a 6,16 millones, pese a su pésima gestión, jalonan el nuevo caso enviado al fiscal por el FROB (del orden de otros 14 millones de euros), y otros probables futuros escándalos de este grupo en la era previa a la de Goirigolzarri.
Descenso bursátil
El resultado es que la significativa revalorización registrada por Bankia a comienzos de año ha quedado en prácticamente nada a finales de 2014, con unas caídas casi continuas desde que estallara el escándalo de las tarjetas opacas de sus antiguos consejeros (tanto en la época de Blesa como en la que fue presidente Rodrigo Rato) y que fueron a más tras el informe de dos inspectores del Banco de España para el juez Fernando Andreu sobre la polémica salida a bolsa del banco.
Las intenciones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de desprenderse de distintos paquetes accionariales bajo su control, como se hizo con un 7,5% a finales de febrero, propiciaron la subida a máximos de 1,6 euros por título. Desde entonces, el interés inversor decreció.
Ahora las acciones de Bankia se sitúan muy por debajo de ese precio e incluso es inferior a los 1,35 euros pagados por el FROB en la macroampliación de capital realizada a mediados de 2013. De hecho, las pérdidas latentes para el fondo de rescate estatal superarían los 800 millones de euros según la cotización de los últimas sesiones de 2014.
Tanto el presidente del FROB, Fernando Restoy, como el ministro de Economía, Luis de Guindos, han aplazado a lo largo del año una nueva desinversión de la participación mayoritaria que tiene el Estado. Bien es cierto, que disponen de plazo suficiente hasta 2017, pero Bankia se ha convertido en el último clavo ardiendo al que agarrarse y poder recuperar una parte de lo que ha costado el rescate y saneamiento al sector financiero español.
El FROB ya acumula pérdidas de 1.438 millones de euros al cierre del tercer trimestre del año, sobre todo por la venta de Catalunya Banc a BBVA y el canje de híbridos de Banco CEISS, ya en la órbita de Unicaja.
Demasiadas irregularidades
La favorable evolución de las cuentas y balances de Bankia durante el ejercicio de 2014 no ha sido motivo suficiente para que su comportamiento en bolsa hubiera sido más benigno. Las cuentas del pasado, con toda su vertiente judicial, han tenido mayor peso en su cotización. Varios expertos esperan una reacción inmediata de los actuales gestores o del FROB ante el informe en el que se pone en cuestión la forma en la que se produjo la salida a bolsa de Bankia y el esperado aluvión de demandas por los inversores que se jugaron su dinero.
Justo en las postrimerías del 2014, el FROB ha enviado a la Fiscalía un expediente con “eventuales irregularidades” en las retribuciones de la alta dirección de Caja Madrid entre 2007 y 2010, que habrían provocado un “perjuicio económico estimado” para la entidad de 14,8 millones de euros. Este expediente del FROB incluye “percepciones excesivas y, en algunos casos, sin que exista constancia de cumplimiento de trámites como el paso por los órganos de gobierno”, según un comunicado del fondo.
El actual consejero delegado de Bankia, José Sevilla, descartaba el pasado mes de octubre, durante la presentación de los resultados del tercer trimestre, que hubiera más agujeros en las entretelas del grupo bancario tras el escándalo de las tarjetas ‘black’ de las que se beneficiaron un buen número de consejeros.
Ahora, el FROB detecta que en 2008 la alta dirección de Caja Madrid se benefició de una subida salarial “significativamente mayor que la debida” (superior en algunos casos al 26%). La percepción indebida se elevaría a los dos millones de euros y sirvió para el cálculo de indemnizaciones posteriores. En cuanto a la retribución variable de los altos directivos, al margen de no haber cumplido con los objetivos estratégicos, supondría un exceso de percepciones de 1,8 millones de euros, con la consiguiente ventaja en las indemnizaciones posteriores que tuvieran que recibir.
El FROB también ha detectado irregularidades en las aportaciones a los planes de pensiones, en los que se sustituía la parte que excedía del máximo deducible en el IRPF por una gratificación extraordinaria, que se elevaba al bruto para evitar el impacto fiscal a los altos directivos. Una nueva ocultación al fisco, como con las tarjetas de las que disfrutaban los antiguos consejeros.
Las irregularidades alcanzan a la extinción de varios contratos de altos directivos, así como en los pagos que en diversos conceptos se realizaron a los mismos, sobre todo en 2009 y 2010, cuando ya la presidencia de Miguel Blesa estaba en peligro. El perjuicio económico de estas prácticas superarían los nueve millones de euros
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