EL VIACRUCIS DE LOS ACCIONISTAS DE BANKIA
El 20 de julio de 2011 Bankia debutaba en Bolsa en una imagen icónica del entonces presidente de la entidad, Rodrigo Rato, tocando la campana en el parqué madrileño. Pero, ¿qué ha pasado durante estos cuatro años para que los inversores que acudieron a la OPS hayan perdido prácticamente todo lo invertido?
Las acciones de Bankia cotizaron a la baja durante el año siguiente a su salida a Bolsa. El 7 de mayo de 2012 el hasta entonces presidente, Rodrigo Rato, presentaba su renuncia y señalaba a Ignacio Goirigolzarri como sustituto. El 9 de mayo de ese mismo año se nacionalizaba la entidad a través de su matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), que era dueña de un 45% de Bankia. A finales de mayo, las acciones de Bankia cotizaban a 1,57 euros, la mitad que cuando salió a Bolsa.
A principios de junio, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, anunció que España reclamaba un rescate de hasta 100.000 millones de euros para sanear el sistema financiero español, finalmente solo fue la mitad y el “rescate de la banca” quedó en 50.000 millones.
Ahí fue donde comenzó el viacrucis de los accionistas de Bankia. Con la supervisión de Economía a través del FROB, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, se trazó un plan de recapitalización de la entidad. La primer fue reducir el valor nominal de las acciones de 2 euros a 0,01 euros, lo que suponía perder casi el 100% de lo invertido. Además se aprobó un contrasplit de 100 a 1; es decir, 100 acciones antiguas serían una nueva. De ahí, que los accionistas que acudieron a la OPV ahora solo tengan 10 acciones de Bankia
Para sanear la entidad se acordaron llevar a cabo dos ampliaciones de capital por 15.540 millones de euros. Una primera de 10.700 millones de euros para sustituir la emisión de bonos convertibles contingentes y que fue suscrita por BFA. La segunda de 4.852 millones de euros servía para canjear instrumentos híbridos (preferentes y deuda subordinada). Así, BFA –controlada por el Estado- pasó a controlar el 69% de la entidad. El inversor que había acudido a la OPS de Bankia se encontraba, tras este proceso, con 10 acciones valoradas a 0,48 euros, aunque ese día cerraron a 0,57 euros. Es decir, había pasado de 3.750 euros a apenas 5,70 euros.
Un inversor que acudió a la salida al parqué e invirtió 3.750 euros para hacerse con 1.000 acciones, convirtiéndose en “bankero” –como rezaba la publicidad de la salida a Bolsa-, cuatro años después, tiene en su cartera de valores 10 acciones de Bankia que a los precios actuales de mercado, con los títulos de la entidad cotizando a 1,192 euros, suponen 11,92 euros, un 99% menos del capital inicial invertido. Además, habría cobrado un dividendo de 17,5 céntimos por sus 10 acciones. Tomando como referencia el precio de la OPS, las acciones de Bankia tendrían que valer 375 euros para que los afectados recuperarán su inversión.
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