LA CNMV HALLA MUCHAS DEFICIENCIAS EN LA VENTA DE PRODUCTOS FINANCIEROS
El supervisor critica que los bancos no dan suficientes datos sobre los riesgos y los costes y detecta imprecisiones en la comercialización de fondos de inversión
Los bancos no han escarmentado. La grave crisis reputacional sufrida en los últimos años por la concatenación de fiascos financieros (participaciones preferentes, cláusulas suelo, productos estructurados, bonos, salidas a Bolsa…) no les ha hecho recapacitar. Al menos eso es lo que se desprende de los resultados de una prueba piloto realizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La herramienta utilizada para hacer este test, conocida como mystery shopping -se envían a las sucursales inspectores que se hacen pasar por usuarios- ha puesto de relieve “algunas debilidades en las prácticas de comercialización de productos de inversión en la fase de contactos iniciales de los clientes con la entidad”.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) considera que las entidades financieras españolas deben mejorar el asesoramiento que ofrecen a sus clientes a la hora de venderles productos de inversión. Cree que tienen que implementar procedimientos de formación y transmisión de información e instrucciones a su red comercial para reducir el riesgo de que las advertencias pasen desapercibidas. “Ello viene a confirmar la percepción obtenida por la CNMV en su experiencia supervisora de que en ocasiones se presta un verdadero servicio de asesoramiento sin que el cliente lo advierta con claridad y sin que las propias entidades lo clasifiquen o lo reconozcan como tal, y, en consecuencia, apliquen las reglas propias del mismo”, destaca el supervisor.
El organismo que preside Sebastián Albella considera que las entidades deben implementar procedimientos de formación y transmisión de información e instrucciones a su red comercial, incluyendo los controles oportunos, para minimizar el riesgo de que el servicio de asesoramiento en materia de inversión se preste de manera inadvertida y no reconocida. “En particular, deberían transmitir instrucciones claras al personal de la red comercial para que éste sea especialmente cuidadoso en las conversaciones con clientes no asesorados”, señala el informe.
Los comerciales de los bancos minusvaloran los riesgos de algunos productos
Los espías de la CNMV también han constatado que existe una gran concentración de la oferta de productos financieros en fondos de inversión. El ejercicio ha constatado que con frecuencia, las entidades entregaron fichas comerciales en lugar de facilitar los Documentos Fundamentales para el Inversor (DFI). “En algunos casos, dichas fichas comerciales no reflejaban correctamente todos los datos fundamentales sobre el producto recogidos en el DFI o lo hacían de forma imprecisa o incorrecta y, aunque incluyesen las mismas advertencias para el inversor que se destacan en los DFI, la forma de presentarlas las minusvalora”, denuncian los agentes misteriosos.
En algunos casos de ofertas combinadas de fondos de inversión y depósitos bancarios tradicionales, los documentos informativos entregados a los clientes simulados incluían el marcador de riesgo que exige la documentación (el famoso semáforo de colores) para el depósito bancario (al que corresponde el nivel mínimo de riesgo) pero sin aclarar que dicho marcador se refería en exclusiva al depósito y que al fondo de inversión le correspondía su propio indicador de riesgo, que podría ser más elevado.
Además, los inspectores enviados por la CNMV destacan que la totalidad de los fondos de inversión ofrecidos fueron gestionados por el propio grupo de la entidad correspondiente. “Ello, unido al riesgo de recomendaciones verbales implícitas, hace necesario recordar el deber de gestionar adecuadamente los conflictos de interés en el contexto de la comercialización de productos”, advierte el organismo.
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