Los bonos y los Bonos Convertibles no son exactamente el mismo producto financiero. Un bono es un título de renta fija puro que otorga a su titular el derecho a recibir unas remuneraciones en forma de cupón periódico con su devolución nominal a vencimiento.
Un Bono Convertible, sin embargo, es un bono en el que se cambia la devolución del nominal a vencimiento por títulos de renta variable, normalmente acciones del mismo emisor. O sea que, a vencimiento, en lugar del dinero se reciben otros títulos de diferente naturaleza; normalmente una acción de renta variable (podrían ser también acciones preferentes)
Esta diferencia que parece a simple vista fácil de entender, crea en realidad problemas. El de los bonos convertibles radica en que éstos incorporan derivados financieros implícitos; es decir es una especie de bono con “pluses”, que son en realidad los que complican el asunto.
Para resumir, resulta que el inversor minorista o el ahorrador conoce el nominal del Bono Convertible y los cupones que va a recibir, pero desconoce el valor económico y el sentido de los derivados financieros implícitos en el bono convertible, y desconoce también el valor de los títulos de renta variable en los que el bono convertible se va a transformar.
Pero el problema principal es que muchas entidades financieras españolas están comercializando Bonos Convertibles como si fueran Bonos simples, eclipsando o confundiendo la percepción de riesgo del inversor, que lo que entiende –o es inducido a entender- es que percibe un cupón (la remuneración económica periódica) relativamente más elevado que los otros títulos de renta fija que conoce. Es decir es inducido a entender que ha adquirido un título de renta fija –sin ningún riesgo- cuando en realidad ha adquirido un derivado financiero de renta variable.
Por todo ello, desde APABANC recomendamos consultar siempre con un experto financiero antes de adquirir productos bancarios de esta complejidad y riesgo.