INVERSORES EN VALORES DEL SANTANDER HAN PERDIDO MÁS DE LA MITAD DE SU INVERSIÓN

Valores santanderCERCA DE 129.000 AHORRADORES QUE INVIRTIERON EN PRODUCTOS COMPLEJOS DEL SANTANDER HAN PERDIDO MÁS DE LA MITAD DE SU INVERSIÓN

En los documentos de compra de valores de los inversores se acreditaban fechas previas a que el folleto del producto fuera inscrito en la CNMV, una práctica ilegal. De hecho la CNMV sancionó con 10 millones al Santander en 2012 por no disponer de la información necesaria sobre la idoneidad de sus clientes cuando suscribieron la emisión de los valores. La entidad ha negociado de forma individual con los afectados incluyendo cláusulas de confidencialidad que prohíben hablar del caso

Las preferentes comercializadas por las Cajas de Ahorros se han convertido en un drama financiero cotidiano para los españoles. Pero lo que no se conoce tanto es que hubo otros productos que también perjudicaron las finanzas de cerca de 129.000 inversores. Se trata de Valores Santander, un complicado vehículo financiero en forma de bonos los cinco primeros años que se transformaban obligatoriamente en acciones y que la entidad presidida por Emilio Botín emitió en octubre de 2007 para captar 7.000 millones de euros y sufragar así la compra del banco holandés ABN Amor y del Royal Bank of Scotland.

Caída del precio de la acción

Lo que se vendió en octubre de 2007, cuando ya había estallado la crisis en EEUU, eran unas obligaciones convertibles en acciones. El atractivo gancho publicitario del momento era que abonaban un 7,3% de interés. Aunque en el folleto de emisión se especificaba que ese interés estaba vigente sólo durante el primer año, a partir del segundo descendía al 2,5% más el euríbor. Además, se estipulaba el canje de esos bonos por acciones, algo que, como muy tarde, debería hacerse en octubre de 2012 a un precio fijo de 16,5 euros la acción. En aquel momento, la acción cotizaba a 14 euros. Todo hubiera salido perfecto si las acciones de Banco Santander hubieran subido. Pero con la crisis mordiendo los talones a la Bolsa, lo que ocurrió fue todo lo contrario, el precio se desplomó.

Cuando en octubre de 2012, los propietarios de Valores Santander se vieron obligados a pagar 16 euros por unas acciones que apenas llegaban a los 6 euros de cotización saltaron todas las alarmas: con el cambio perdían el 55% de su inversión (un 32% si se descontaban los intereses cobrados). Como ocurrió con las preferentes, los afectados pensaban que tenían un depósito y se encontraron con que habían perdido la mitad de su inversión.

El motivo por el que apenas nadie habla de esta estafa es porque Banco Santander ha hecho todo lo posible por acallar a los afectados, explica Antonio González, uno de los españoles sin formación financiera que suscribió el complicado producto. González es uno de los clientes que alegan haber perdido dinero en este producto del banco cántabro, en el que gran parte de su dinero. Su cruzada ha sido reflejada por el Financial Times pero en España, apenas se ha dado a conocer.

El banco está resolviendo las reclamaciones de forma personalizada y cuando se llega a una solución se suscribe siempre con una cláusula de confidencialidad. Por su parte, desde el Banco Santander aseguran que “estudian, analizan y llegan a acuerdos” con quienes presentan las reclamaciones y que se firman contratos “estándar” que incluyen estas cláusulas como algo habitual en el sector. De hecho, aseguran que solo tienen una sentencia en firme en contra y 52 a favor en las demandas de estos productos que han llegado a los tribunales, sin embargo el número de reclamaciones o de demandas interpuestas se desconoce.

Santander ha optado por forjar soluciones personalizadas, negociando individualmente, y aparentemente sin los mismos criterios, con los afectados. Esto ha fragmentado la respuesta y ha sido el detonante de que algunos se atrevan a hablar. Algunos han recuperado sólo la inversión inicial; otros, todos los intereses; mientras que otros han recuperado sólo una parte.

Multas millonaria de la CNMV

De hecho, en 2012 la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) impuso dos multas a la entidad presidida entonces por Emilio Botín por valor de 16,9 millones por cometer dos infracciones, una grave y otra muy grave que, sumadas, suponen la mayor sanción del supervisor en toda la crisis. Los hechos hacen referencia a la emisión de “Valores Santander” de 2007,  la mayor emisión hecha en España, por valor de 7.000 millones de euros. Con este dinero el Santander financió la compra del  banco holandés AB-Amro y del Royal Bank of Scotland.

La CNMV  sancionó con 10 millones al Santander por no disponer de la información necesaria sobre la idoneidad de sus clientes cuando suscribieron la emisión de los valores. Es decir, desconocía que si los compradores de esta emisión, que era obligatoriamente convertible en acciones, tenían el perfil adecuado para unos productos de estas características. La CNMV considera este hecho como una infracción grave.

Además, la CNMV le impuso una segunda multa de 6,9 millones   al considerar que cometió una infracción muy grave al no gestionar adecuadamente los conflictos de intereses entre su beneficio y el perjuicio a los clientes. La normativa establece que siempre se debe gestionar anteponiendo el interés del cliente al de la propia entidad. También por incumplir la norma que obliga a las entidades que prestan servicios de inversión a “mantener adecuadamente informados a sus clientes en todo momento”

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