SEGÚN BLESA LOS JUBILADOS QUE ADQUIRIERON PREFERENTES TENÍAN CONOCIMIENTOS FINANCIEROS
Según ha declarado el expresidente de Caja Madrid ante el Juez que le ha imputado por haber emitido participaciones preferentes en mayo de 2009 para, presuntamente, ocultar la situación de insolvencia de Caja Madrid
Blesa, que solo respondió al fiscal y a su abogado, intentó demostrar al juez que a Caja Madrid le sobraban más de 2.000 millones de recursos propios, es decir, era solvente, pero que ante los cambios legislativos que se avecinaban, que se traducirían en más exigencias de capital, decidió emitir 3.000 millones en preferentes. También sostuvo que muchos departamentos de la entidad (la comisión ejecutiva, el departamento de Cumplimiento Normativo, el de Marketing y hasta los directores de oficinas), fueron responsables de la comercialización y la venta de las preferentes. No se olvidó del Banco de España y la CNMV, que autorizaron las preferentes, e incluso trasladó responsabilidad a los propios clientes.
El hecho cierto es que estos productos, que son perpetuos y similares a las acciones, se vendieron indiscriminadamente entre unos 82.000 clientes, sin tener en cuenta la cultura financiera del cliente.
Ante las preguntas del fiscal Alejandro Luzón, sobre por qué se hizo así, Blesa alegó que “un cliente minorista o un jubilado que cobra su pensión no es un ignorante financiero”, apuntaron abogados presentes en la sala. Blesa también añadió que los compradores eran, en todo caso, “responsables de lo que firmaban, de lo que leían o no leían, porque en el folleto y en el tríptico estaba toda la información”, según fuentes presentes en la declaración. Hasta que no lleguen las transcripciones de la declaración no se conocerán las palabras exactas.
Blesa, que declaró durante más de una hora, aseguró que la Comisión Ejecutiva de la entidad, de la que formaba parte, aprobó la emisión de preferentes en mayo de 2009 mientras que los departamentos de Marketing y la Dirección Comercial elaboraron los folletos para los clientes. El exdirectivo no supo explicar por qué en el test de idoneidad de los clientes solo una pregunta abordaba la naturaleza de las preferentes, ni cuáles eran los incentivos de la red de oficinas vendieran las preferentes con tanto interés.
El exbanquero, que estuvo nervioso y leyó papeles en su declaración ante unos cuarenta abogados, según las citadas fuentes, disparó hacia su sucesor, Rodrigo Rato. Explicó que mientras él dirigió la caja, los preferentistas siempre obtuvieron el beneficio que les había prometido. “Lo que pasó en Bankia cuando yo ya no estaba no es cosa mía”, aseguró, según las citadas fuentes.
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