LA CNMV PONE UN SEMÁFORO DE RIESGO A LAS INVERSIONES
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha puesto un semáforo a los diferentes productos de inversión que se pueden realizar en España con el objetivo de alertar a los interesados sobre su nivel de riesgo. Según explica el regulador en una nota, el nuevo sistema dirigido a los inversores minoristas se concreta en una sencilla escala de colores con cinco niveles de riesgo, del verde al rojo pasando por el amarillo y el naranja, que «pretende mejorar la información que el inversor recibe antes de contratar un producto financiero».
Así, según explica la institución que dirige Elvira Rodríguez, el inversor «es capaz de comprender el nivel de riesgo que va a asumir y la complejidad de los valores de un vistazo». De esta forma, se facilita además la comparabilidad entre productos alternativos.
Los criterios propuestos para la clasificación de los distintos productos tienen en cuenta el riesgo de no de recuperación del capital al vencimiento, la solvencia del emisor, el plazo de vencimiento, las características del producto, así como la divisa en que está denominado. La escala de colores se basará en un gráfico piramidal en el que los instrumentos de mayor riesgo estarán en la parte baja como sucede en la escala de eficiencia energética.
Arriba, en el color verde, estarán las inversiones con compromiso de devolución del capital en un plazo igual o inferior a 3 años. El emisor dispone de un rating como mínimo equivalente al de España. Bajo el color amarillo recaen los instrumentos financieros en euros con compromiso de devolución del capital a más de 10 años. Su calificación crediticia no puede estar dentro del nivel de bono basura. En este apartado también se incluyen los activos con compromiso de devolución del capital inferior al 100% y superior al 90% y con un plazo de igual o inferior a los tres años, y los productos en divisas. En el rojo, están los derivados.
La medida, recuerda el comunicado, era uno de los objetivos incluido por la CNMV en su Plan de Actividades de 2014. Su objetivo es «mejorar la defensa del inversor mediante una mayor información de los productos financieros» y, de hecho, había sido demanda por la Defensora del Pueblo y la Subcomisión del Congreso para la transparencia de los productos financieros.
Además se facilitará a los inversores información clara sobre los niveles de liquidez y la complejidad de los productos que se disponen a contratar. Para ello, el sistema de colores irá acompañado de unos iconos sobre la liquidez de uno o dos candados en función de que no exista un mercado secundario líquido y no se instrumente un procedimiento para reconvertir la inversión en efectivo.
Autorización expresa del cliente
Finalmente, la CNMV plantea que se refuerzen las medidas de protección al inversor en la comercialización de productos considerados especialmente complejos que no resultan adecuados para los inversores minoristas, por ejemplo, instrumentos contingentes convertibles (cocos) y otras categorías de activos como deuda estructurada, CFD, swaps o derivados de OTC, entre otros, cuando incorporen determinadas características.
Así, se propone a las entidades que, cuando presten servicios de inversión fuera del asesoramiento o la gestión discrecional e individualizada de carteras a minoristas sobre estos instrumentos (que se detallan en la propuesta), realicen la siguiente alerta: “Advertencia de la CNMV: Esta operación XXX se refiere a un instrumento financiero especialmente complejo. La CNMV considera no adecuada su adquisición por inversores no profesionales”. Además, las entidades han de recabar la firma por el cliente de este texto junto a una expresión manuscrita por el mismo como sigue: “Producto no adecuado para inversores no profesionales”.
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