EL FROB TRATA DE PREVENIR DESAHUCIOS MASIVOS EN LA VENTA DE CATALUNYA BANC
El Estado exigirá que los ‘fondos buitre’ que compren las hipotecas problemáticas adopten el código de buenas prácticas
El Gobierno no quiere escándalos con los clientes de las hipotecas de Catalunya Banc que está vendiendo a los fondos buitre, fondos internacionales especializados en comprar créditos problemáticos. Para evitar conflictos sociales, como los desahucios, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dependiente del Ministerio de Economía, ha establecido una exigencia nunca vista en este tipo de negocios: los compradores de esta cartera de hipotecas deberán respetar el Código de Buenas Prácticas, promovido por el Gobierno y el Banco de España. En el caso de Catalunya Banc, este código se ha reforzado con condiciones más beneficiosas para los clientes, al tratarse de una entidad nacionalizada. Los compradores de las hipotecas tendrán que mantener el nivel de protección del banco catalán.
Las principales novedades que introdujo este código, instaurado en 2012, fueron establecer refinanciaciones de las deudas, posibles quitas en el principal del crédito hipotecario de las familias con problemas, así como la dación en pago permaneciendo el deudor en el piso en alquiler, como último recurso.
El Gobierno dijo que se trataba de “un conjunto de medidas tendentes a proteger a los deudores hipotecarios sin recursos que se encuentran en riesgo de exclusión y/o en situaciones de especial vulnerabilidad”. Pese a este código, los desahucios en 2013 alcanzaron los 50.000, un 11% más que los del año anterior.
En la cartera de Catalunya Caixa la aplicación de este código puede ser más habitual que la media de otras entidades. La cartera que está en venta es de hipotecas con problemas, con una morosidad de alrededor del 30%. Los clientes están considerados “en posible riesgo de impago” por estar en paro o pertenecer a colectivos especialmente castigados durante la crisis. La hipoteca media de esta cartera podría situarse algo por debajo de los 100.000 euros, lo que supone que podría haber entre 65.000 y 90.000 contratos en total, según estimaciones que circulan en el mercado.
Los cinco fondos que analizan esta cartera (Oaktree, George Soros, Lone Star, Cerberus-Goldman Sachs, y Blackstone-TPG) recibirán dentro de unos días la carta del proceso en la que incluirá esta condición. Según fuentes del mercado, esta cláusula podría depreciar la cartera en unos 200 o 300 millones, es decir, los fondos pagarían menos de lo que habían calculado al no tener las manos libres para desahuciar a los clientes morosos. No obstante, habrá que esperar a que lleguen las ofertas no vinculantes para confirmar este dato.
Para el comprador, esta obligación es una incertidumbre sobre la rentabilidad que puede obtener con la cartera, algo que no gusta a los fondos buitre. Además, no son entidades acostumbradas a manejar este tipo de situaciones, con una gran carga social, lo que añade incertidumbre a su adquisición.
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